domingo, 5 de diciembre de 2010

ARTÍCULO: LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y DEL CONOCIMIENTO

Comenzaré por definir a la información y al conocimiento.
La información, son todos aquellos sucesos que percibimos y vivimos en el día a día, mientras que para convertirlos en conocimiento, se requiere que los hayamos interpretado, dentro de un contexto y buscando una finalidad.
Vivimos en una actualidad que avanza con tal velocidad, que hoy en día tenemos el poder en nuestras manos. Tenemos la capacidad de obtener información con un aparato muy pequeño y que se maneja con un solo dedo. Las comunidades virtuales nos permiten estar informados en todo momento, los medios para acceder a ellos los traemos en los bolsillos y los podemos transportar a donde quiera que vayamos sin ninguna dificultad. Es decir, la información nos bombardea por todos lados, y por eso es importante que sepamos distinguir lo que realmente nos sirve de aquello que no es relevante.
Como lo menciona Peter Drucker, el hecho de “utilizar conocimiento para generar más conocimiento, se basa en una perfecta organización y sistematización”, característica que hoy nos exige la cantidad tan impresionante de información a la que tenemos acceso; haciendo uso de la recepción crítica, puesto que no todo es de utilidad.
La tecnología hoy nos permite tener acceso a más y más información, para almacenarla y difundirla entre más gente. La sociedad sabe que tiene la obligación de tomar únicamente lo que le servirá, y desechar todo lo que impide que crezca su conocimiento.
La sociedad de la información, se caracteriza por hacer tanto a la información como al conocimiento, parte fundamental de la vida en sociedad. Surge de la implantación de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en las relaciones sociales y culturales de una comunidad, quitando las barreras del tiempo y el espacio y haciéndose cada vez más amplia y mucho más accesible.

ANÁLISIS “EL LABERINTO DEL FAUNO”

La película habla de una niña huérfana que vive con su madre, quien al enviudar busca rehacer su vida y está esperando un bebé con un general de carácter fuerte, que no quiere a Ofelia. Se desarrolla en España, a mediados de la guerra civil.
Debido al giro tan radical que da la vida de Ofelia, ella decide refugiarse dentro de sus lecturas de fantasía, en donde conoce y empieza a creer en hadas y princesas, lo que le ayuda a olvidarse un poco de la realidad tan cruel en la que ahora vive.
Al tener un encuentro entre Ofelia y un fauno, y al enterarse de que ella era una princesa que su gente estaba esperando, inicia una historia maravillosa en la que se mezcla la realidad con la fantasía, sin marcar un límite entre ellas. Ofelia vive tanto en el mundo real de su madre y su padrastro, como en las complicadas y fascinantes pruebas que le ha impuesto el fauno para poder renacer en la princesa que es.
La película fue producida y dirigida por Guillermo del Toro, en el año 2006. Es una historia dirigida a gran parte del público, niños mayores de 13 años, jóvenes y adultos. Es un drama muy fuerte la forma en que vive Ofelia, lo que sufre, la orfandad y la lucha constante con el general que a sangre fría hace su voluntad aunque tenga que pasar por encima de los demás. La fantasía muestra una forma de escapar de ese mundo de dolor y llegar a un lugar en donde ella reinará.
La musicalización es muy buena y ayuda a involucrarse con Ofelia y los demás personajes de la historia.

El realismo mágico

El realismo mágico, es una característica propia de la literatura latinoamericana de la  segunda mitad de siglo XX  que funde la realidad narrativa con elementos fantásticos y fabulosos, para exagerar su aparente discordancia. El reto que esto supone para la noción común de la “realidad” lleva implícito un cuestionamiento de la “verdad” que a su vez puede socavar de manera deliberada el texto y las palabras, y en ocasiones, la autoridad de la propia novela.
Si bien esta tendencia a fundir lo real con lo fantástico ya existía en las obras de novelistas de todos los tiempos, principalmente en escritores como François Rabelais y Laurence Sterne; otros precedentes más inmediatos pueden ser las novelas del ruso  Vladimir Nabokov o del alemán Günter Grass. 
El realismo mágico se define como una preocupación estilística y el interés de mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica, su finalidad no es suscitar emociones sino, más bien, expresarlas, y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.
Los siguientes elementos están presentes en muchas novelas del realismo mágico, pero no necesariamente todos se presentan en las novelas y también otras obras pertenecientes a otros géneros pueden presentar algunas características similares.
  • Contenido de elementos mágicos/fantásticos, percibidos por los personajes como parte de la "normalidad".
  • Elementos mágicos tal vez intuitivos, pero (por lo general) nunca explicados.
  • Presencia de lo sensorial como parte de la percepción de la realidad.
  • Se puede apreciar en el contenido de la novela, representaciones de mitos y leyendas que por lo general son latinoamericanas.
  • Contiene multiplicidad de narradores (combina primera, segunda y tercera persona), con el fin de darle distintos puntos de vista a una misma idea y mayor complejidad al texto.
  • El tiempo es percibido como cíclico, no como lineal, según tradiciones disociadas de la racionalidad moderna.
  • Se distorsiona el tiempo, para que el presente se repita o se parezca al pasado.
  • Transformación de lo común y cotidiano en una vivencia que incluye experiencias "sobrenaturales" o "fantásticas".
  • Preocupación estilística, partícipe de una visión "estética" de la vida que no excluye la experiencia de lo real.
  • El fenómeno de la muerte es tomado en cuenta, es decir, los personajes pueden morir y luego volver a vivir.
  • Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana combinándose con el mundo irreal, fantástico, del autor, con un final inesperado o ambiguo.
  • Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la pobreza y marginalidad social, espacios donde la concepción mágica, mítica, aún es "vida real".
  • Los hechos son reales pero tienen una connotación fantástica, ya que algunos o no tienen explicación, o son muy improbables que ocurran.
  • Se refiere a la novedad de los personajes irreales que siempre actúan sin actuar, es decir, que la copiosidad del personaje se ve reflejada en cada letra de la novela.
El realismo mágico floreció con esplendor en la literatura latinoamericana de los años sesenta y setenta, a raíz de las discrepancias surgidas entre cultura de la tecnología y cultura de la superstición, y en un momento en que el auge de las dictaduras políticas convirtió la palabra en una herramienta infinitamente preciada y manipulable. Al margen del propio Carpentier, que cultivó el realismo mágico en novelas como Los pasos perdidos, los principales autores del género son Miguel Ángel Asturias, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y, sobre todo, Gabriel García Márquez.
   Fuera del continente americano el realismo mágico ha influenciado, al decir de algunos críticos, la obra del italiano Italo Calvino y del checo Milan Kundera, así como en el inglés Salman Rushdie.